Has crecido tan rápido mi pequeña! Aún recuerdo cuando empezaste a pararte y caminar afirmada por el borde de la ventana, mirando desde un piso 11 a la calle para buscar perritos, que en ese tiempo eran "guaus", después "perro" y ahora "perro a papá" y "perro a mamá", dependiendo del/la paseadora.
Mi estrellita de mar, cuando pensé que tendría que pasearte por siempre, empezaste a caminar y cuando pensé que tendría que adivinar cada deseo tuyo, comenzaste a mostrar límites: "no, mamá", "no quiero", preferencias: "con mamá", "con papá", "mote", "yogur" y a reconocer a las personas "Fabi", "Paly", "Toto", "Hermano".
No quiero olvidar ninguno de estos pequeños pasos que me hacen sentir tan frágil a la vida, tan vulnerable al amor y a este vínculo que hemos forjado como familia los tres.