lunes, 26 de octubre de 2009

Sunspots



Al final esta historia llegó a su fin sin su final.
Somos animales en busca de distintos frutos.
Tú amas la inmediatez y yo, la espera,
¿Aún crees que algo nos mantenga unidos?
Quédate tú con los pies en la tierra, como siempre,
y a mí déjame elevar las alas y perderme en mis colores y palabras.
Siento como me consume la adrenalina del calor,
Toda la cordura del universo contra mí,
Nadie va a poder detenerme si no lo hiciste tú.
Que se quemen mis alas,
viajera imantada,
Años luz
una simple
mancha
sol
a
r

miércoles, 7 de octubre de 2009

Sin alas



Nos ofrecieron alas para elevarnos lo que más pudiéramos
y nos creímos la linda historia de que el liberalismo no era simplemente económico
la fuerza de las ideas nos impulsó a saltar lejos
pero una vez sobre el cerro, habiendo hecho el camino cargando piedras,
mientras otros cargaban las alas que les habían dado al empezar a caminar, nos dimos cuenta de que la historia es la misma en todas partes
y que las piedras no eran para hacernos más fuertes, sino que para dejarnos atrás, tirados a un costado
Pero las piedras sí nos hicieron más fuertes y menos morales. Somos mulas por un par de plumas que pretendemos articular como alas, porque si queremos conseguirlas hay que trabajar.
Nadie nos enseñó nada, en nuestras subjetividades está el tanteo de quien camina buscando un destino entre la niebla.

domingo, 4 de octubre de 2009

Estrellas

Son inevitables las ganas de llorar si, desnuda, pero llena de amor, la reflexión se me aparece inevitable.

¿Sabes? El pasado siempre será una constante directa, que, como punto de comparación, determinará la visión del hecho. Y es ahora esta constante la que se presenta como punto de conflicto.

Seré puntual. El amor inevitablemente va de la mano con el olvido, es como una carrera en dirección al abismo: el que llega primero cruza el puente y el segundo debe esforzarse por cruzar o caer… donde no decidir es hundirse en el abismo.
Pero en mis manos no está la decisión ahora, no me lo planteo como alternativa. Estoy sumida en el calor de tus brazos y es eso mismo lo que me provoca angustia y dicotomías destructivas.

No es tu culpa, es solo que tengo miedo de amarte y quedarme sumergida en una vorágine en la que tú no seas parte más que de mi propia subjetividad.
Duele mucho el olvido cuando eres tú el que precisamente no logra olvidar. Cuando la temporalidad regida por un reloj no importa, porque los tiempos internos son los verdaderos poseedores del sentido.
No creo que no me ames. Mientras me seco las lágrimas y me abrazas, sé que esto es recíproco, pero de todas formas nunca entenderás lo que siento aunque te esfuerces. Mi pasado me ha impuestos estructuras difíciles de superar.
Te amo tanto, te siento tan mío y a la vez me siento tan tuya que pensar en el abandono me resulta letal.

Malditas dicotomías.

¿Sabes? “Éramos simples piedras. Tu luz nos convirtió en estrellas”
¿Me dejas seguir amándote hasta que se apague la luz de nuestros ojos?